“Si todavía no conoces los fondos de Lanzarote, ¡tienes mucha suerte! Vas a descubrir un mundo que nunca antes hubieses podido imaginar. Una isla volcánica con una infinita variedad de paisajes, donde la mayor parte de su fauna se esconde bajo el agua”.
Unas gafas y un tubo son suficientes para conocer este mundo sumergido. La costa de Lanzarote ofrece infinidad de puntos para adentrarse cómodamente desde la orilla y explorar. Cualquier lugar de la isla puede ser interesante si las condiciones del mar lo permiten. Si algo especial tiene el buceo es que es una actividad al alcance de prácticamente cualquier persona, independientemente de su edad, basta con saber nadar. La sensación de estar volando sobre el fondo, la diversidad de formas de vida, sus coloridos, sus comportamientos, sus diferencias respecto a lo que conocemos en tierra, junto a los espectaculares paisajes volcánicos submarinos, hacen de esta actividad algo inolvidable. Lanzarote es el lugar ideal para iniciarnos en este mundo y además lo podemos hacer en familia.
Se trata de un destino incansable para experimentados. Porque si algo tiene Lanzarote, es que cuanto más buceas en sus aguas más te gusta. Posee más de 50 inmersiones destacadas por lo que difícilmente podrás conocer sus fondos en un solo viaje. Y es que, con sus más de 100 puntos de inmersión, pocas personas pueden presumir de conocer todos ellos.
El clima agradable que, a lo largo de la historia, ha atraído a tantos visitantes a Lanzarote, también se disfruta bajo el mar. El agua presenta una transparencia ideal, con más de 20 metros de visibilidad prácticamente todo el año. Su temperatura oscila entre 24ºC en verano y 18ºC en invierno por lo que un traje húmedo, o si lo preferimos uno semiestanco, es suficiente para las inmersiones.
Si a ello le añadimos que Lanzarote cuenta con varias decenas de centros y que muchos de ellos disponen de las mejores instalaciones de toda Canarias, obtenemos unas condiciones ideales para la práctica del buceo en todas sus modalidades.